CINCO
DIMENSIONES DE GANAR/GANAR
El principio de ganar/ganar es fundamental para el éxito en todas nuestras interacciones, y abarca cinco dimensiones interdependientes de la vida. Empieza con el carácter, y a través de las relaciones fluye en acuerdos. Se cultiva en un ambiente en el que la estructura y los sistemas se basan en ganar/ganar. Y supone un proceso; no podemos alcanzar fines ganar/ganar con medios gano/pierdes o pierdo/ganas.
El principio de ganar/ganar es fundamental para el éxito en todas nuestras interacciones, y abarca cinco dimensiones interdependientes de la vida. Empieza con el carácter, y a través de las relaciones fluye en acuerdos. Se cultiva en un ambiente en el que la estructura y los sistemas se basan en ganar/ganar. Y supone un proceso; no podemos alcanzar fines ganar/ganar con medios gano/pierdes o pierdo/ganas.
CARÁCTER
El carácter es la base el paradigma ganar/ganar,
y todo lo demás se erige sobre ese fundamento. Hay tres rasgos
caracterológicos esenciales para el paradigma ganar/ganar.
INTEGRIDAD
Hemos definido
la integridad como el valor que nos atribuimos nosotros mismos. Loas
hábitos primero, segundo y tercero nos ayudan a mantener la
integridad.
Cuando
identificamos con claridad nuestros valores, nos organizamos
proactivamente y las acciones cotidianas se ordenan en torno a esos
valores; desarrollamos la autoconciencia y la voluntad
independiente al hacer y mantener promesas significativas, al
comprometernos y ser fieles a nuestros compromisos.
No hay modo de
recurrir a un “gano” en nuestras vidas si ni siquiera
sabemos, en sentido profundo, en qué consiste (qué es lo que
de hecho está en armonía con nuestros valores más íntimos). Y si
no podemos comprometernos y mantener los compromisos con nosotros
mismos y con otros, nuestros compromisos carecerán de sentido.
Nosotros lo sabemos; los otros lo saben. Advierten la duplicidad y
se ponen en guardia. Falta una base de confianza, y ganar/ganar se
convierte en una táctica superficial e inefectiva. La integridad
es la piedra angular de la base.
La madurez es
el equilibrio entre el coraje y la consideración. Si
una persona puede expresar sus sentimientos y convicciones con
coraje, equilibrando la consideración por los sentimientos y las
convicciones del otro, se trata entonces de alguien maduro, en
particular, cuando la cuestión es muy importante para ambas partes.
Si examinamos
muchos de los tests psicológicos utilizados para contratar
personal, promoverlo y adiestrarlo, descubriremos que su
finalidad es evaluar ese tipo de madurez. Puede que se la
denomine equilibrio entre la fuerza del yo y la empatía, o entre la
autoconfianza y el respeto por los demás, o entre la preocupación
por los otros y la preocupación por la tarea. O “ yo estoy
bien tú estás bien” en el idioma del análisis transaccional.
Pero en todos los casos la cualidad que se procura es el equilibrio
de lo que yo llamo coraje y consideración.
Muchas personas
piensan en términos dicotómicos de “esto y lo otro”. Creen que
si uno es amable, no puede ser rudo. Pero ganar/ganar es
amable... y también rudo. Duplica en rudeza a gano/pierdes.
Para recurrir a ganar/ganar uno no sólo ha de ser amable; tiene
que ser valiente. No sólo debe experimentar empatía, sino también
confianza en sí mismo. No ha de ser sólo considerado y sensible,
sino también valiente. Lograr ese equilibrio entre coraje y
consideración es la esencia de la madurez real y fundamental para
el ganar/ganar.
RELACIONES
Sobre la
base del carácter, construimos y conservamos relaciones del
tipo ganar/ganar. La confianza, la cuenta bancaria emocional, es
la esencia de la filosofía ganar/ganar. Sin confianza, lo mejor
a nuestro alcance es la transacción; sin confianza, nos falta la
credibilidad necesaria para la comunicación y el aprendizaje
abiertos, recíprocos, así como para la creatividad real.
Pero si nuestra
cuenta bancaria emocional es rica, la credibilidad ya no
representa un problema. Se han efectuado depósitos suficientes,
de modo que usted sabe y yo sé que nos respetamos profundamente. Nos
centramos en las cuestiones, y no en la personalidad o posiciones.
Como
confiamos el uno en el otro, estamos abiertos a todo.
Ponemos nuestra cartas sobre la mesa. Incluso aunque veamos las
cosas de distinto modo, sé que usted estará dispuesto a escuchar
con respeto mientras yo le describo a la joven, y usted sabe que voy
a recibir con el mismo respeto la descripción que me va a hacer de
la anciana. Ambos nos comprometemos a tratar de comprender el
punto de vista del otro en profundidad, y a trabajar juntos a
favor de la tercera alternativa, de la solución sinérgica, que será
una respuesta mejor para los dos.
Una relación
en la que las cuentas bancarias son ricas, y ambas partes están
profundamente comprometidas con el paradigma ganar/ganar, es la
catapulta ideal de una gran sinergia (sexto hábito). La relación
no resta realidad o importancia a los problemas; tampoco elimina las
diferencias de perspectiva. Pero sí elimina la energía negativa
normalmente centrada en las diferencias de personalidad y posición,
y crea una energía positiva, cooperativa, centrada en la comprensión
plena de los problemas y en su resolución recíprocamente
beneficiosa.
ACUERDOS DE DESEMPEÑO GANAR/GANAR
Hay básicamente
cuatro tipos de consecuencia (recompensas y castigos) que los
administradores o padres pueden controlar: Las económicas, las psíquicas, las de oportunidades y las de responsabilidad.
· Las consecuencias económicas abarcan cosas tales como los
ingresos, la opción de acciones, las dietas o los castigos
pecuniarios.
· Las consecuencias psíquicas o psicológicas incluyen el
reconocimiento, la aprobación, el respeto, la credibilidad, o la pérdida
de todas esas cosas. A menos que las personas no trasciendan el
plano de la mera supervivencia, la compensación psíquica suele ser
más motivadora que la compensación económica.
· Entre
las oportunidades se cuentan la de recibir adiestramiento, el
desarrollo profesional o en la carrera, las gratificaciones
extraordinarias; y otros beneficios.
· La responsabilidad tiene que ver con la esfera de acción y la
autoridad, que pueden ampliarse o reducirse.
Los acuerdos
ganar/ganar especifican consecuencias en una o más de esas áreas,
y las personas implicadas las conocen muy bien. De modo que no se
juega. Todo está claro desde el principio.
PROCESOS
Ellos sostienen que la esencia de la negociación
“de principios” consiste en separar persona y problema, en
centrarse en los intereses y no en las posiciones, en idear
opciones para la ganancia mutua, y en insistir en criterios
objetivos, alguna norma o principio externos que ambas partes puedan
compartir.
En mi propio trabajo con diversas personas y
organizaciones en busca de soluciones ganar/ganar, propongo que
ellas participen en el siguiente proceso en cuatro pasos:
· Primero,
contemplar el problema desde el otro punto de vista. Procurar
realmente comprender y dar expresión a las necesidades y
preocupaciones de la otra parte, mejor aún de lo que ésta última
pueda hacerlo.
· Segundo,
identificar las cuestiones clave implicadas (y no los puntos de
vista).
· Tercero,
determinar qué
resultados constituirán una solución totalmente aceptable.
· Y cuarto, identificar nuevas opciones posibles para alcanzar
esos resultados.
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