Razón de ser del Derecho penal
Razón
de ser
El Derecho penal tiene su
razón de ser en un Estado social puesto que es el sistema que garantiza la
protección de la sociedad a través del resguardo de sus bienes jurídicos de
gran importancia para el sistema social, además de que busca garantizar la
paz a través de la motivación del
individuo por medio de la amenaza de la pena.
Dos
tendencias de hoy
Derecho
penal mínimo
Según esta tendencia el
Derecho Penal debe ser la última ratio de la política social del Estado para la
protección de los bienes jurídicos más importantes frente a los ataques más
graves que puedan sufrir. La intervención del Derecho Penal en la vida social
debe reducirse a lo mínimo posible (minimización de la respuesta jurídica
violenta frente al delito).
El
abolicionismo
El abolicionismo es una
doctrina que ampara la anulación de leyes, preceptos o costumbres que se
consideran atentatorios a principios éticos y morales.
Plantea como premisa básica
el fracaso de la cárcel y cada una de las herramientas del sistema penal a la
hora de resolver y/o regular exitosamente los conflictos sociales. Dicho en
otros términos, para el abolicionismo penal el sistema penal nunca resolvió una
controversia, su puesta en marcha no genera ninguna consecuencia positiva.
La
dispersión de las leyes penales
Esta se refiere a la
excesiva promulgación de leyes de contenido punitivo, las cuales viene a
incrementar los espacios de intervención del derecho penal, siendo esto
evidentemente contrario a la deseable reducción de la intervención punitiva en
las relaciones sociales, por sus consecuencias perjudiciales y su naturaleza
violenta.
En el ordenamiento jurídico
venezolano no resulta difícil encontrar dicha dispersión, razón por la cual es
posible verificar la existencia de una gran cantidad del leyes especiales que
tipifican delitos y establecen la aplicación de la pena en relación con las más
variadas materias, (Ejemplo, Ley contra delitos informáticos, ley penal del
ambiente, ley contra la corrupción, lopnna), por lo que es fácil encontrar en
casi cualquier ley contiene un capitulo relativos a los delitos y las penas.
La dispersión de las leyes
penales en definitiva es un fenómeno indeseable, ya que refleja al derecho
penal no como última opción, sino por el contrario como la primera opción a la que debe acudirse para afrontar un
determinado problema, por lo que es sin duda alguna un fenómeno que contribuye
al establecimiento de un derecho penal máximo.
Derecho
penal del enemigo
Este hace referencia a un
orden penal cuyos ciertos medidas difieren ciertamente del derecho penal tradicional, El DPE es
aplicable solamente en el caso de la comisión de crímenes por parte de enemigos
de la sociedad especialmente en los supuestos de terrorismo, de manera que en
tales casos se seguirán pautas distintas a las que definen al derecho penal
(Principio de legalidad, principio de culpabilidad, proporcionalidad, igualdad
etc.)
La experiencia histórica
demuestra cómo los regímenes totalitarios etiquetan y estigmatizan precisamente
como “enemigos” a los disconformes, y cómo aquéllos dictan leyes penales que,
sin contenido alguno de justicia, establecen más bien mecanismos de “guerra”
contra los etiquetados como enemigos. Así, con el Derecho penal del enemigo nos
remontaríamos al Derecho Penal de los regímenes totalitarios de guerra y
dictadura.
Función
del derecho penal en un Estado social y democrático de derecho y de justicia
En un Estado de estado
social y democrático de derecho y de justicia es indispensable el control
constitucional de sus leyes, el imperio de la ley como expresión de la voluntad
general, la independencia de los poderes públicos, la legalidad de los actos de
la administración como mecanismo jurídico anti totalitario y su control
judicial, la garantía de las libertades públicas y los derechos fundamentales.
El control del poder
punitivo del Estado en cualquier sociedad debe encaminarse a que la aplicación
de las normas penales excluya la arbitrariedad y el exceso por parte de quienes
ejercen ese poder para imponer sanciones penales. El derecho penal, como
conjunto de normas jurídicas, refleja qué es lo que la voluntad general
expresada en ley quiere castigar. El derecho del Estado para imponer penas debe
tener unos límites con el fin de garantizar los derechos fundamentales del
individuo frente al poder arbitrario estatal.
El derecho penal debe orientar
su función preventiva de la pena con arreglo a los principios de exclusiva
protección de bienes jurídicos, de proporcionalidad y de culpabilidad; en otras
palabras, el bien jurídico debe ser límite del Ius Puniendi.
Comentarios
Publicar un comentario